Casi dos años lejos + conociendo el norte peruano ☺
¡Todo con esfuerzo y dedicación se logra!
Hoooolis bolis..
Chicuelos, espero todos estén bien.
Wow, como pasa el tiempo, ya hace casi dos años que salí de casa de mis padres a emprender el camino hacia este país, casi dos años que no veo a mis padres ni a mi hermano, lo cual me hace sentirme un poco triste, pero no en este momento, solo algunas veces cuando pienso en el tiempo que perdemos de poder compartir como familia, las llamadas, video llamadas o mensajes no son suficientes para la calidad de hogar que dichosamente tuve, sin embargo no siempre me siento triste, mi familia gracias al esfuerzo de las dos hijas que hemos salido puede tener el pan diario y con la bendición de Dios seguimos haciendo eso posible. Gracias a Dios hemos contado con trabajo, legal y honrado en donde nos encontramos y hemos conocido personas que a diferencia de otros no podemos decir que hemos conocido más lo negativo que lo positivo en este país, casi que contamos con más de una familia peruana que nos abrazan.
He conocido en lo personal mucha gente en esta tierra, algunos me enseñan cosas con toda la amabilidad de su país, otros se alegran al verme y otros, bueno algunos no pueden si quiera aceptar las diferencias, el esfuerzo o cualquier razón se inventan. Pero me siento bien, en su mayoría del tiempo; estoy muy agradecida con las personas que he conocido, poco a poco uno demuestra a cada una de ellas de que está hecho, poco a poco logras hacer ver a esas personas la humildad en ti y que nacionalidad no hace gente.
Desde que llegué a Perú he trabajado en la docencia sin tener descanso alguno, hasta el momento de hoy, las clases acaban para diciembre de cada año, a diferencia de Venezuela el año escolar inicia en marzo y acaba en diciembre, siendo el período vacacional el mes de enero y mediados de febrero para los docentes, período que no genera ningún ingreso si no estás laborando, por lo cual el primer año como docente al terminar el año escolar continué en vacacional, como le llamaríamos allá, siendo docente de verano, pero este año decidí no hacerlo y darme un gusto, pues para eso trabajo.
Pensé que lo necesitaba, lo quería y podía hacerlo, sin dejar de lado todo lo que cumplo y teniendo la oportunidad e invitación a una fiesta en el norte, decidí hacer compañía, disfrutar y...
Viví una experiencia increíble, les cuento que yo no sé nadar, creo que es más el miedo a intentarlo que el poder hacerlo, aún con un chaleco salvavidas no quería entrar al agua.
Conocí varias partes del norte del Perú, siempre me mencionaron que era un lugar caliente, que las mejores comidas son de allá, que las personas son totalmente distintas, en fin. Pues déjenme decirles queeeee, sí, y que como zuliana extrañaba ese calorcito. El norte cuenta con playas limpias y no tan frías como las playas de Lima (sí son fríííaaaas).
Llegamos a Cancas, a una casa donde al salir a la puerta trasera teníamos una vista hermosa.
Poco después conocí Puerto Pizarro, llegamos al puerto y pagamos por ir al criadero de cocodrilos y a la Isla Hueso Ballena donde te puedes bañar a las orillas, no sé si esto es mar o se le denomina de otra manera.
Continuando con el paseo el mismo día fuimos a la playa Punta Sal.
Al día siguiente conocimos Vichayito, una hermosa playa, y Máncora, lugar turísico, playa donde subimos al banano y nos llevaron al mar, en el cuál aún con chaleco yo solo tomé las fotos.
Seguimos, fuimos después a Talara, Negritos, allí disfrutamos de los 15 años a los cuales íbamos y desde allí dos días continuos fuimos a El Ñuro, dónde también fuimos hacia el mar, allí si entré, pues las tortugas marinas grandes y bellas no las podía ver desde arriba, eso no era justo, así que con miedo entré y me lo gocé. Y, al día siguiente fuimos a una piscina en Piura llamada Aqualandia, algo que también disfruté mucho.
Encantada con el Norte peruano y con ganas de volver.
Mis fotos son de Victor Chunga.
Hoooolis bolis..
Chicuelos, espero todos estén bien.
Wow, como pasa el tiempo, ya hace casi dos años que salí de casa de mis padres a emprender el camino hacia este país, casi dos años que no veo a mis padres ni a mi hermano, lo cual me hace sentirme un poco triste, pero no en este momento, solo algunas veces cuando pienso en el tiempo que perdemos de poder compartir como familia, las llamadas, video llamadas o mensajes no son suficientes para la calidad de hogar que dichosamente tuve, sin embargo no siempre me siento triste, mi familia gracias al esfuerzo de las dos hijas que hemos salido puede tener el pan diario y con la bendición de Dios seguimos haciendo eso posible. Gracias a Dios hemos contado con trabajo, legal y honrado en donde nos encontramos y hemos conocido personas que a diferencia de otros no podemos decir que hemos conocido más lo negativo que lo positivo en este país, casi que contamos con más de una familia peruana que nos abrazan.
He conocido en lo personal mucha gente en esta tierra, algunos me enseñan cosas con toda la amabilidad de su país, otros se alegran al verme y otros, bueno algunos no pueden si quiera aceptar las diferencias, el esfuerzo o cualquier razón se inventan. Pero me siento bien, en su mayoría del tiempo; estoy muy agradecida con las personas que he conocido, poco a poco uno demuestra a cada una de ellas de que está hecho, poco a poco logras hacer ver a esas personas la humildad en ti y que nacionalidad no hace gente.
Desde que llegué a Perú he trabajado en la docencia sin tener descanso alguno, hasta el momento de hoy, las clases acaban para diciembre de cada año, a diferencia de Venezuela el año escolar inicia en marzo y acaba en diciembre, siendo el período vacacional el mes de enero y mediados de febrero para los docentes, período que no genera ningún ingreso si no estás laborando, por lo cual el primer año como docente al terminar el año escolar continué en vacacional, como le llamaríamos allá, siendo docente de verano, pero este año decidí no hacerlo y darme un gusto, pues para eso trabajo.
Pensé que lo necesitaba, lo quería y podía hacerlo, sin dejar de lado todo lo que cumplo y teniendo la oportunidad e invitación a una fiesta en el norte, decidí hacer compañía, disfrutar y...
Viví una experiencia increíble, les cuento que yo no sé nadar, creo que es más el miedo a intentarlo que el poder hacerlo, aún con un chaleco salvavidas no quería entrar al agua.
Conocí varias partes del norte del Perú, siempre me mencionaron que era un lugar caliente, que las mejores comidas son de allá, que las personas son totalmente distintas, en fin. Pues déjenme decirles queeeee, sí, y que como zuliana extrañaba ese calorcito. El norte cuenta con playas limpias y no tan frías como las playas de Lima (sí son fríííaaaas).
Llegamos a Cancas, a una casa donde al salir a la puerta trasera teníamos una vista hermosa.
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Foto desde el fondo de la casa en Cancas |
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Atardecer en Cancas |
Poco después conocí Puerto Pizarro, llegamos al puerto y pagamos por ir al criadero de cocodrilos y a la Isla Hueso Ballena donde te puedes bañar a las orillas, no sé si esto es mar o se le denomina de otra manera.
Continuando con el paseo el mismo día fuimos a la playa Punta Sal.
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Si vas a tirar la toalla, que sea en la playa. Punta Sal, Piura. |
Al día siguiente conocimos Vichayito, una hermosa playa, y Máncora, lugar turísico, playa donde subimos al banano y nos llevaron al mar, en el cuál aún con chaleco yo solo tomé las fotos.
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Máncora |
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Vichayitos |
Seguimos, fuimos después a Talara, Negritos, allí disfrutamos de los 15 años a los cuales íbamos y desde allí dos días continuos fuimos a El Ñuro, dónde también fuimos hacia el mar, allí si entré, pues las tortugas marinas grandes y bellas no las podía ver desde arriba, eso no era justo, así que con miedo entré y me lo gocé. Y, al día siguiente fuimos a una piscina en Piura llamada Aqualandia, algo que también disfruté mucho.
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Puerto de Paita |
Terminamos el viaje yendo a Pueblo nuevo de Colán y a Paita, un pueblito tan lindo y personas que cuantas veces pasen sin importar la edad te dan los buenos días, tardes o noche; conocí chacras y río.
Encantada con el Norte peruano y con ganas de volver.
Mis fotos son de Victor Chunga.
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