Cambiemos las etiquetas

Por etiquetas...

    Desde niños estamos escuchando etiquetas de forma directa o indirecta, crecemos con ellas y es difícil soltarnos de muchas, pero en ese paso a paso del crecer vamos recibiendo educación, valores y aprendiendo de la cultura, la formación en todo, esto y más,  parte de casa y se refuerza en el colegio, así cada uno va creando y construyendo conocimientos propios a raíz de sus vivencias e intereses, cambian con el pasar del tiempo pero cuando bien nos enseñan de valores los llevamos impregnados y sin importar lo que acontece siempre estarán en segundo lugar, porque delante llevamos a Dios.

     Las etiquetas, vienen siendo solo palabras, que se utilizan de una u otra manera para catalogar o diferenciar, convirtiendo mucho de lo que se diga en una crítica; gorda, flaca, enana, indio, negra, blanco, rubia, un sin fin, en raza, características, religión, gustos, y también nacionalidad; esta última la más concurrida ahora en Latinoamérica, donde dejamos de ser personas, donde no somos latinos, donde solo terminamos siendo #Venezolanos; es esta la que menciono porque ciertamente es la más mencionada, asimismo porque soy natal de este país, y sí, lo digo a raíz de lo ocurrido en Ecuador, siento pena por las personas que han sufrido estos actos, vergüenza , asco, repudio por lo que hizo un joven que no merece llamarle persona, pero Ecuador eres más que esos actos violentos, ese asesino no nos representa.

     Mal utilizada la etiqueta creen y asumen nuestros hermanos de otros países en su minoría que se trata de un solo grupo; un grupo que solo llega a otras tierras haciendo creer que son de los que han crecido con valores, que los llevan consigo y terminan siendo todo lo contrario, pero es así, han llegado dispersos y mezclados entre otros que no tienen nada que ver con su crianza ni malos hábitos; sin embargo a eso esta acostumbrada la sociedad actual, a generalizar por una persona tan dañada y falta de educación a una nación. 

      Ser venezolano no es sinónimo de asesinos, ni mal vivientes, no es sinónimo de ladrones, ser venezolano va muchísimo más allá y en una dirección totalmente contraria, es sonrisa a pesar de las adversidades, es un café a quién llegue a casa o algo más, es una puerta abierta, unos brazos extendidos, una persona sudando mientras labora con la mente en su casa, alguien que sonríe en cada paso que da aunque al dormir tenga que llorar, alguien que dará de si lo que deba dar por el bienestar de los suyos, cantidades de acciones que pueden caracterizar el ser venezolano; un(os) delincuente(s) no caracteriza(n) a un país, ellos son minoría; en todos los países existen personas con esas malas intenciones y sus fatales acciones, para ellos la ley caiga con todo su peso, terrenal y la divina.

      Las cosas malas siempre hacen más ruido que las buenas; si vamos a utilizar etiquetas, vamos a atribuirle a lo positivo, parte nuestra es seguir dando de lo bueno y demostrar que #losbuenosomosmas. No permitas hermano que tu corazón de llene de ira, frustración u odio, eres bondad, humildad, eres valentía, eres trabajo, eres solidaridad, eres respeto, eres dedicación y constancia, eres amor, eres Venezuela en esos valores y muchos otros y TU puedes demostrar eso, cambiemos las etiquetas, seamos el ejemplo.

     Venezuela es más de lo que una sola persona puede mostrar, #CambiemosLasEtiquetas, sin dejar de orar, sin dejar de luchar ni de esforzarnos. 

     Venezuela renacerá pronto, como el fénix de sus cenizas y como la flor de lotto, siendo nosotros quienes demos la talla, siendo nuestra generación la que tenga que dar la cara por su levantamiento y surgimiento, seremos esa generación, si mantenemos los valores al frente.

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